LA TERCERA FALANGE

La Tercera Falange

Autor: Manuel Brants Reyes

Prólogo de Enrique Uribe Lacalle

179 págs

P.v.p.: 20,00 €

 

En un texto muy claro y perfectamente estructurado, el autor, Manuel Brants, nos introduce en una cascada de acontecimientos que van desde las elecciones de febrero de 1936 hasta el 19 de abril de 1937, con el Decreto de Unificación; catorce meses claves para entender cómo se gestó la muerte de la Falange de José Antonio y el nacimiento de la Falange de Franco.

 

El libro, dividido en seis capítulos, nos va desgranando hechos muy significativos. En el primero de ellos vemos la situación de la Falange ante las elecciones del 36, donde José Antonio pierde su acta de diputado y como, obligada ésta por las circunstancias, intenta pactar con las derechas para asegurar la presencia de su Jefe Nacional en el Parlamento, apoyo que rechazan los partidos derechistas pues no ven con buenos ojos la política de Justicia social auspiciada por el Movimiento joven y revolucionario encarnado en la Falange, aunque esta apoye la unidad y grandeza de la Patria único nexo en común con las derechas de la CEDA.

 

En el capítulo II vamos viendo como se acosa de manera sistemática al Movimiento Falangista por parte del gobierno de izquierdas surgido de las elecciones y como las circunstancias empujan a la Falange hacia el levantamiento del 18 de julio; como empieza a quedar descabezada por el encarcelamiento sistemático de dirigentes y miembros de la organización bajo todo tipo de acusaciones, y la consiguientes atomización y creación de reinos de taifas dentro del mismo. Vemos también como las bases obligan en parte a ir dando pasos hacia ese levantamiento, y los denodados intentos de los dirigentes de la Falange, para no dejar que las fuerzas de derecha la neutralicen, a la vez que mantiene una denodada lucha para conservar la disciplina y la autonomía que había tenido hasta el momento.

 

Ya llegando al ecuador de la obra vemos como por parte de los falangistas se forjan varios intentos para liberar a su Jefe Nacional y como Francisco Franco jugó a mantener dichos intentos de liberación con una mano y a frenarlos con la otra, ya que la figura de José Antonio podría trastocar sus planes y no existía simpatía por parte de éste hacia el hijo del antiguo dictador Primo de Rivera.

 

La revisión de este período clave de nuestra historia nos muestra como, aparte de los claros enemigos políticos de las izquierdas que se ensañan con los falangistas, la antipatía de las derechas termina de apuntillar a un movimiento moderno y revolucionario para convertirlo en el “acompañamiento coreográfico” que había profetizado José Antonio.

 

Hace el autor, sobre todo en sus primeros capítulos, especial hincapié en la línea ideológica de la Falange y como, el personalismo, el oportunismo político, las ansias de poder, se sobrepusieron a los presupuestos ideológicos, y a las metas políticas, dado como resultado la desaparición de FE-JONS como proyecto autónomo y revolucionario. Es una clara advertencia del fantasma —del peor de los enemigos— que los falangistas tenemos permanentemente sobre nuestras cabezas, y que podría dar nuevamente al traste con la ilusión y las expectativas que nuestra movimiento vuelve a generar nuevamente, en esta negra hora de la historia para nuestra Patria.